jueves, 3 de abril de 2008

EL PROCESO BOLIVARIANO DESDE UNA PERSPECTIVA CLASISTA

BOLETÍN No. 5.c - Quinta Semana - Sábado, 29 de Marzo de 2008

Nora Castañeda

Caracterizar el proceso bolivariano desde un punto de vista clasista, obliga a hacer un intento preliminar de determinar la estructura de clases en Venezuela. Es una de las cosas que muchas veces se obvia cuando se hacen análisis de la coyuntura.

Podríamos empezar por establecer cuáles son las clases dominantes, que a simple vista podríamos observar o conocer. Por un lado, por supuesto, están las clases dominantes que se corresponden con el imperio y que están presentes por múltiples vías en la sociedad venezolana: grandes corporaciones y empresas transnacionales que hacen vida en el país y, por supuesto, tienen intereses de clase que muestran en el proceso bolivariano. Por otro lado están sus aliados y aliadas, organizados también en grandes empresas, como por ejemplo el Grupo Mendoza y tendríamos que precisar otros grupos. En todo caso, está el grupo Mendoza y otros que, de alguna manera, controlan diferentes actividades económicas, financieras, de servicios, productivas,… hasta controlan los servicios y la distribución alimentaria. Por eso nombramos primero al grupo Mendoza. Hay otros, por supuesto, que tendríamos que precisar; pero estos tienen intereses muy concretos en la economía y en la sociedad venezolana y actúan dentro del proceso bolivariano a objeto, de alguna manera, de imponer sus intereses y derrotar los intereses del pueblo.

Por otro lado, están los llamados productores "nacionalistas". Algunos de ellos se han organizado en frentes bolivarianos, donde destacan los vinculados con la ganadería, por ejemplo. Ayer oíamos por la televisión a uno de los grandes dirigentes de este sector bolivariano nacionalista, que está al lado del proceso bolivariano, decir: "aquí no hay escasez de carne". Sin embargo, estamos viendo, dentro de la apariencia, que la escasez de carne realmente existe. También decía: "aquí no hay escasez de leche", y vemos que también es la apariencia.

Está también la llamada "pequeña burguesía", que ahora pretenden llamarla "clase media", con una característica muy importante: una, su ingreso. El ingreso familiar de esta pequeña burguesía se despega bastante, dista, del ingreso de los trabajadores en general y trata de acercarse a los intereses de la burguesía, quieren vivir como la burguesía; la ideología de la burguesía es la que priva en esos sectores. Eso significa que debemos tenerla presente porque es una clase muy importante, es un grupo social importante.

Por otro lado, podríamos hablar de los trabajadores. Los trabajadores somos todos y todas, como la pequeña burguesía que es también trabajadora. Quizá pudiéramos hablar de la "clase obrera", pero los trabajadores con bajos ingresos no solamente son la clase obrera. Podríamos hablar de los trabajadores no sólo de ingresos medios, sino de ingresos bajos. Dentro de esos ingresos están los trabajadores llamados "formales", los que tienen un sueldo quince y último de mes, que cuentan con determinados servicios: pólizas HCM, caja de ahorros, bono vacacional, cesta tickets de alimentación, bono de fin de año, etc. Esa es una parte de los trabajadores en diferentes niveles. Un sector se acerca a la llamada pequeña burguesía o clase media y otros se acercan mucho al trabajo con salario mínimo, otros al salario medio. Estos últimos serían muchos de los trabajadores que forman parte importante de la estructura burocrática o de la administración pública del país.

Podemos hablar también de los llamados trabajadores "informales", quienes en realidad son trabajadores por cuenta propia. Una parte importante de ellos realizan un trabajo de comercialización de los productos, son ellos quienes distribuyen los productos en las calles a través de la buhonería. Entre ellos también tenemos que establecer diferencias: algunos de ellos en realidad son asalariados de comerciantes que les entregan mercancías para que las vendan, de tal manera que los recursos obtenidos de la venta se los entregan a los comerciantes, mientras que los llamados buhoneros reciben un salario muy pequeño; aparentemente son trabajadores por cuenta propia, pero en realidad no lo son. Otro sector informal recibe una mercancía de otros para que trabajen por cuenta propia, no asalariado, pero dependiendo de quines les entregan la mercancía. Eso hay que tenerlo en cuenta porque resolver el problema de la economía informal que ha tomado las calles de Caracas o de las grandes ciudades pasa por conocer esa estructura de clase, por determinar cuál es la estructura de clase que realmente está allí.

Por otro lado, tenemos los "trabajadores del campo", que son también trabajadores por cuenta propia, microempresarios, pequeñas cooperativas, que trabajan en realidad por un ingreso casi de subsistencia. Muchos de ellos han sido apoyados por el Estado con recursos que les ha proporcionado. Hay otros que tienen sus pequeñas o medianas fincas e incorporan a trabajadores asalariados (peones). Y, por supuesto, están los grandes y medianos productores, unos que apoyan al proceso revolucionario y otros no.

Estamos hablando entonces de trabajadores en diversas condiciones sociales: por cuenta propia, dependientes, asalariados, con altos o bajos ingresos, los que tienen salario mínimo y, a veces, menos del salario mínimo, trabajadores que viven en condiciones de explotación terrible como los indígenas y trabajadores del campo en los arrozales del estado Guárico, muchos de ellos traídos desde Colombia o las comunidades indígenas en condiciones clásicas de esclavitud incorporados al trabajo agrícola.

Si hablamos del proceso revolucionario desde una perspectiva de clase, tenemos que conocer eso y conocer cómo se comportan las clases sociales en relación al proceso revolucionario.

Es evidente que la oligarquía criolla, las clases altas están muy ligadas a las grandes empresas transnacionales de Europa y los Estados Unidos, particularmente a éste último (no hay que olvidar que hemos sido considerados como "el patio trasero" de los Estados Unidos), cuyas inversiones están básicamente en el país. Esta oligarquía criolla, aliada a los intereses de Estados Unidos, tiene una perspectiva de clase en relación al proceso bolivariano dirigida a derrotar este proceso, a impedir que siga avanzando, no solamente por la vía militar, aunque en un momento dado pudiera ser militarmente (invasión de los Estados Unidos o empleando el "Plan Colombia" o "Plan Victoria", como ahora lo llaman) utilizando a los paramilitares para tales efectos, etc.; esa sería una posible salida, pero también trabajan todos los días desde el punto de vista ideológico.

En el combate ideológico ellos tienen una gran fuerza, dado que disponen de los medios de comunicación de masas. La mayoría de los medios de comunicación están en sus manos; pero además nosotros, el pueblo, hemos sido formados en una sociedad donde la ideología que predomina es la ideología de ellos, la capitalista. De alguna manera es la ideología por la cual nos manejamos. Por eso nos podemos encontrar a un hombre del campo diciendo "voy a votar por el No porque esta gente va a privatizar las propiedades"; sin embargo, él no tiene ninguna propiedad. Tiene una ideología y una perspectiva: "yo pudiera llegar a tener una propiedad y éstos me la van a quitar". Eso hay que tener en cuenta, entonces, la lucha de clases, la cual no solamente es una lucha militar, sino que es económica, es política y es ideológica. Ahora juega un papel muy importante en la lucha de clases la ideológica.

Desde el punto de vista político, el pueblo, desde su lucha de clases, tiene una gran fuerza; esa gran fortaleza es que tienen un Presidente a su lado. Eso no significa que la estructura administrativa esté de su lado; por el contrario, más bien el pueblo plantea consignas como "así, así, así es que se gobierna" y cuando lo hacen precisamente están diciendo que hay gobernantes (sobre todo en Alcaldías y Gobernaciones), pero también a nivel nacional, que no responden a los intereses del pueblo, porque desde el punto de vista político e ideológico no están de acuerdo con los intereses del pueblo, dado que la ideología dominante es la que priva en sus cabezas.

El asunto está en que, si hay algún debate importante a nivel ideológico, ese debate en realidad es el debate ideo-político4: ideológico y político. Tal vez hemos pensado en un debate en el cual debemos derrotar militarmente a tales, tales y tales… y lo debemos derrotar económicamente, eso hay que hacerlo; pero ante todo hay que ver cómo se desarrolla la lucha de clases ideo-política.

Entonces, toda caracterización del proceso bolivariano debe pasar por esto. Preocupa que la mayoría de los análisis coyunturales no hablen ni de las clases sociales ni de la lucha de clases. Resulta que eso está allí presente y, si no lo asumimos, ni tampoco lo reconocemos, no lo vamos a desarrollar.

Muchos de nosotros y nosotras somos parte del aparato administrativo público, es decir, del aparato burocrático. Hay que señalar que hay una diferencia entre "burocratismo" y "burocracia". La burocracia es una estructura administrativa de carácter piramidal en el cual el extremo superior lo ocupa los que ideológicamente dominan ese aparato burocrático y en la base, en la parte baja, están los dominados. Estos últimos no necesariamente saben cómo es que arriba están tomando las decisiones, desconocen que esas decisiones pueden ser o son contra sus intereses; pudieran creer que los intereses del aparato burocrático administrativo público están a sus servicios. Lo terrible es, como lo decía antes, que tenemos un aparato burocrático, tenemos un Estado, y creemos que ese aparato burocrático está al servicio de las mayorías cuando no lo está, está al servicio de, por lo menos, de un sector importante de la minoría y ese sector importante son los funcionarios públicos "de alto nivel", cuyos salarios se despegan de manera importante de los salarios mínimos que tiene la gran mayoría, la base del aparato burocrático. Recordemos lo que Marx decía: el ser social determina la conciencia social; entonces la conciencia social está dirigida a que vamos a tratar de obtener un bono, un bono único, que esté determinado por el salario que cada quien tiene. Si nosotros logramos que el bono único sea para todos igual como se ha hecho en alguna que otra institución, para todo el mundo igual, después cuando vamos a dar un aumento de salario, éste es del 10%. Pero qué es el 10% para una persona que gana un salario mínimo y qué significa el 10% para una persona que gana 5, 6 o 7 veces el salario mínimo? Eso hace que se dé una separación importante. Es verdad que se ha disminuido la diferencia en relación a los más altos niveles, es decir, el ingreso de esos altos gerentes o dueños de las grandes transnacionales, eso es verdad; pero eso se ha hecho alimentando al sector medio, a la llamada clase media, a los altos funcionarios y no a los trabajadores, a la gran base de la sociedad.

Todo esto hay que tenerlo en cuenta, entonces, en relación al proceso bolivariano. Si nosotros no aclaramos eso, no desarrollamos políticas para que las bases puedan, no sólo tener cada vez mayores ingresos que les permitan tener capacidad de compra, capacidad de demanda, eso sería un problema económico. Pero si no manejamos la situación de manera que el poder desde el punto de vista ideológico también esté en manos de las bases, si no lo hacemos así y si no logramos desarrollar el poder popular, que las políticas económicas estén dirigidas a desarrollar el poder popular o del poder comunal, si no lo logramos, va a ser bastante difícil que podamos construir una sociedad socialista.

La sociedad socialista necesita en este momento en Venezuela de un profundo combate ideológico, eso es, de desarrollar la lucha de clases no sólo económica, no sólo política, sino también socialmente e ideológicamente. Si lo logramos, podemos avanzar. Pero la otra cosa es que la lucha de clases es una lucha que necesita tomar en cuenta las contradicciones de clase existentes. Nuestro pueblo debe tener la capacidad suficiente para poder detectar dónde están las contradicciones de clase y cómo manejarlas. Sobre esto hablaba mucho Mao Tse Tung. Hablaba de la lucha de clases como genera contradicciones de clase, que esas contradicciones pueden ser antagónicas o no antagónicas. Tenemos que tener claro cuáles son las contradicciones antagónicas y cuáles son las no antagónicas porque de acuerdo con eso, podemos avanzar avanzar más rápidamente y podemos incluso no cometer errores. De repente nuestro pueblo puede creer que su enemigo es el funcionario público y no; el funcionario público es un instrumento de las clases dominantes desde el punto de vista ideológico. Pero las clases dominantes son el enemigo, no es el funcionario público. Si se trabaja en la idea de determinar cuáles son las contradicciones de clase antagónicas, entonces se va a saber dónde está el enemigo principal, el imperio.

Pareciera que en estas elecciones, a pesar de que el Presidente trabajó mucho esa idea: el enemigo es el imperio; a pesar de eso, nuestro pueblo e incluso nuestros militantes asumimos que el enemigo no era el imperio. El Presidente lo decía en estos días, se pensó que el enemigo eran esos opositores que andan por ahí, que en estos días organizaron una marcha con los buhoneros, y entonces se centró la atención en esos. Resulta que esos no son sino los que realizan las actividades a partir de la estrategia que desarrolla el imperio. El imperio dice: hay que estar en la calle todo el tiempo y tenemos que estar utilizando a los estudiantes (mejor dicho, a un sector de los estudiantes), o tenemos que utilizar a un sector de las mujeres y ahora tenemos que utilizar a un sector de los buhoneros.

Efectivamente, en estos días salieron a la calle los buhoneros; ¿qué buhoneros salieron? Los buhoneros que en su mente tienen la ideología de los dominantes. Pero nuestro pueblo puede asumir que los enemigos son los buhoneros y no, no son los buhoneros. El enemigo principal no está ahí; está en el imperio y en las clases aliadas del imperio –esa oligarquía criolla que es la poseedora y maneja esos grandes y articulados medios como Globovisión. Y entonces, el problema no es Globovisión porque éste lo que es, es un instrumento de las clases dominantes criollas aliadas a los intereses del imperio. ¿El problema son los artistas que allí trabajan o los periodistas que allí trabajan? No, ellos son instrumentos de…

Entonces, todo esto hay que manejarlo. Eso significa hacer análisis de coyuntura que debe partir de manejar todos los días qué es lo que los periódicos dicen, lo que la televisión dice, qué es lo que hacen, cuál es su práctica política, a qué obedece esa práctica política, cuáles son las contradicciones fundamentales, cuáles son las contradicciones principales, cuáles son las contradicciones no antagónicas y cómo manejar las contradicciones no antagónicas. Pareciera que el Presidente de la República se manejara con análisis de ese tipo y es lo que permite que en un momento determinado él decrete la amnistía porque él se pregunta ¿dónde está mi enemigo principal? En el imperio. ¿Qué es lo que el imperio tiene planteado hacer? A bueno, el 23 de enero el imperio pretendía salir con esos planteamientos que tienen que ver con lo de los presos políticos y armar un zaperoco aquí. ¿Qué hizo el Presidente? Les quitó esa bandera de lucha decretando la amnistía. Hay mucha gente nuestra que se molestó por eso; pero el Presidente hizo lo correcto. Manejó las contradicciones, determinó quién era el enemigo principal y le quitó la bandera dándole la amnistía a unas personas que no son el problema central, sino los que hicieron algo que el imperio quería que hicieran. ¿Ah, que esas personas van a continuar desarrollando su estrategia de guerra? Es posible; es posible que algunos no y otros sí, pero eso lo van a hacer porque el enemigo principal se los va a mandar.

Entonces, tengo que trabajar dirigiendo mi atención hacia el enemigo principal. Eso es igualito con respecto a los buhoneros: hay que sacar a los buhoneros de las calles porque eso es una ciudad ingobernable para ellos mismos, para su salud, para la salud de sus niños que mantienen metidos en un cajoncito en esos espacios cargados de contaminación de plomo que permanentemente están consumiendo al aspirarlo y al consumir los alimentos también contaminados con el plomo, con toda la suciedad que hay en la calle. Por su propia salud, este gobierno tiene que crear un empleo digno, no un tipo de empleo que les dé una cierta cantidad de dinero. Es probable que la mayoría no quiera ir a trabajar como asalariados porque ahí ganan más aparentemente, porque ellos no tienen bono vacacional ni HCM; cuando se enferman y no trabajan, no reciben nada. Ellos tal vez sacan la cuenta de lo que obtienen diariamente. Ese no es el tipo de trabajo que una sociedad socialista debe desarrollar porque eso no le garantiza calidad de vida a los mismos que están defendiendo que los dejen allí trabajando. En este momento que los van a sacar, los están utilizando como instrumentos de acuerdo con las estrategias del imperio, tenemos que saber cómo manejar eso.

Por otra parte, en el sector campesino tenemos que analizar. Este es un país donde aparentemente del producto interno bruto sólo el 13% lo produce el campo, es decir, que el campo no debería ser ningún problema porque la mayor parte de la población vive en las ciudades. Pero necesitamos la soberanía alimentaria porque cada vez más estamos viviendo de las importaciones y eso es grave, porque en un determinado momento pueden cercarnos y por hambre nos pueden poner de rodillas. Eso quiere decir que tenemos que manejar el campo con mucho cuidado, tenemos que lograr que los beneficios sociales que se reciben en la ciudad también los reciba la población del campo y más, para poder garantizar la soberanía alimentaria. Por eso no podemos partir del planteamiento que no debe haber financiamiento público para el campo porque es un gran riesgo invertir en él; por el contrario, hay que invertir en el campo para garantizar la soberanía alimentaria determinando en qué tipo de rubros hay que invertir, qué tipo de organización productiva hay que impulsar: ¿la organización capitalista que reproduce los intereses del capital o una organización de carácter solidaria que conduzca a la construcción del socialismo? De eso se trata también y a veces no se entiende; aparentemente estamos trabajando por el socialismo, pero cuando se desarrollan las políticas públicas y se concretizan éstas a través de determinados financiamientos no se hace así y el tipo de organización que se reproduce entonces es el tipo de organización capitalista, privada, decía el Presidente. Una cooperativa, una Unidad Económica Asociativa de dos o nueve personas, son organizaciones de carácter privado; a lo mejor lo que estamos reproduciendo es que esas personas que se convierten en empresarias o emprendedoras, como se les llama, van desarrollando como ideología la ideología del empresario/a, la ideología capitalista. Para el momento en que lo comenzamos a desarrollar así estaba bien porque así lo necesitábamos; pero ahora estamos en una etapa de transición, no estamos claro, en el socialismo. Hay que visualizar eso para ver de qué manera trabajamos para que se desarrolle la solidaridad real entre estas personas en su comunidad, para la comunidad y desde la comunidad. Ya tenemos que discutir cómo vamos a avanzar desde el punto de vista político-ideológico en este proceso de construcción del socialismo.

Entonces, es importante manejar este proceso bolivariano tomando en cuenta la estructura de clase existente de clase, lo que supone una investigación más seria que lo que hemos expuesto aquí.

Los artículos y notas aquí consignados responden a los criterios de cada autor(a) y no necesariamente están en total correspondencia con los principios u opiniones de Ecuvives como asociación

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